quinta-feira, 26 de maio de 2011

ACCION 6.A




Lea el siguiente texto y lleve a cabo las actividades que aparecen en el reverso:


El español y la comida




Los españoles se distinguen de los demás europeos por dos cosas: por lo que comen y por la hora en que comen.
Hoy, cuando hay una preocupación por la “línea” que no existía antes, los españoles siguen devorando más que la mayoría de los habitantes del globo, comprendidos los famosos alemanes y holandeses que, en general, cenan sólo té y queso. El español desayuna ligero, toma el aperitivo, almuerza fuerte (el cocido con todos sus aditamentos es sólo un plato), merienda y cena, al menos, con dos platos fuertes. Las cositas que “pica” en el bar antes de ir a su casa bastarían para el almuerzo de los seres más ricos del mundo, los norteamericanos.

Estoy seguro de que esta observación provocará asombro en mi país. El español se considera pobre y cree que en cualquier país del mundo con más recursos, la comida tiene que ser más abundantes y rica. Por otra parte, el español, que alardea de tantas cosas, es modestísimo al referirse a lo que traga. Infinidad de veces he sostenido el diálogo siguiente:

- No como apenas nada…

- Pero si he visto lo que has pedido…Sopa…
- Unos sorbos…
- Pescado…
- Dos salmonetes chiquititos, chiquititos…
- Carne…
- Un filete de nada…
- Ensalada…
- Eso no cuenta…
- Queso…
- ¡Algo hay que tomar de postre…!

Cuando al volver del extranjero voy a comer con amigos, causo siempre asombro. “¿Estás enfermo?”, es la cariñosa pregunta cuando encargo una chuleta empanada con verdura, ensalada y fruta… “¿Estás malo? ¿Qué te pasa?”.

La prueba de lo mucho que come el español es lo que le cuesta digerirlo. En todos los restaurantes y bares tienen como cosa normal y gratuita bicarbonato de sosa a disposición de los clientes. Esto no ocurre en ningún otro país del mundo, que yo sepa. Cuando el español se siente “pesado” después de comer no lo atribuye casi nunca a haber consumido demasiado…, lo que pasa es que algo “le sentó mal”. La culpa es siempre de la calidad, nunca de la cantidad.

Obsérvese que la fórmula tradicional de nuestros vecinos europeos antes de empezar a comer es “Buen apetito”. En España, en cambios, se dice “buen provecho” con la seguridad de que el apetito no le va a nunca a un español.


Texto adaptado. Díaz-Plaja.
El español y los siete pecados capitales.


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a) separe los contenidos que usted podria enseñar a partir de él.

contenidos comunicativos, funcionales, socioculturales,
sociopragmaticos, pragmaticos, léxicales, gramaticales..


b)Explótelos didácticamente, elaborando las actividades que usted considere más oportunas e intentando darles un orden determinado dentro de la clase:


1°) Contesta si son verdaderas (V) o falsas (F):

a) El español se considera pobre y cree que la comida tiene que ser más abundantes. ( )
b) Las cositas que “pica” en el bar antes de ir a su casa no bastarían para los norteamericanos. ( )
c) La prueba de lo poco que come el español es lo que no le cuesta digerirlo. ( )
d) En todos los restaurantes y bares tienen bicarbonato de sosa a disposición de
los clientes. ( )

2) Como es el comportamiento de las personas de tu´país cuando van a comer?

3) Describe tu codiano alimentar

4) Representar en grupos, una comida tipica de españa



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